¡Persevera!
Perseverar es hacer con cansancio el trabajo que necesitas hacer después de hacer el trabajo que tenías que hacer – Benjamín Franklin.
Perseverar es inútil y un sinsentido si es para hacer el mal; para eso basta con incurrir en dejadez y mala intención. Sin embargo, la perseverancia es fundamental y sirve para hacer bien el bien puesto que es la que nos permite traer a la superficie y desarrollar nuestros dones y talentos.
Es la que nos mantiene en marcha y tira de nosotros cuando nos fallan las fuerzas o incluso cuando decae el coraje que nos empujaba a seguir adelante desde el interior.
La perseverancia nos brinda la oportunidad de consolidar vocaciones, apuntalar iniciativas y mantener de una pieza compromisos vitales. Al desarrollarla, además, nos fortalece el alma, asienta el carácter y nos pone en disposición de generar un bien -material o intangible- a otras personas, proyectos o causas, lo que además, también nos hace brillar sin necesidad de ser estrellas.
¿Y tú, perseveras?, ¿te consideras perseverante?
Un abrazo.
Borja.